«¿Dónde estaríamos los pobres hombres si no existiera la tierra fiel?, ¿qué tendríamos si no tuviéramos esta belleza y bondad?” R. Walser.
Se hace vital alertar sobre las actividades que depredan y devastan nuestros espacios públicos y/o áreas protegidas para fomentar su buen uso, brindando así un ambiente para la sana convivencia entre sus visitantes junto a la conservación del patrimonio natural y cultural del país.
Ambiente y Espacio Público
Al hacer referencia al término ambiente nos referimos a un sistema dinámico constituido por el resultado de interacciones entre un sistema sociocultural determinado (como puede ser, por ejemplo, un individuo, una comunidad, una nación, etc.) y un sistema biofísico que se puede enmarcar, por ejemplo, en los espacios públicos o áreas protegidas.
Basado en lo expuesto por Carmen Bellet, en su publicación Reflexiones sobre el Espacio Público, se entiende este término como un espacio plural, flexible y democrático donde se organiza la experiencia social, que permite de manera favorable el intercambio y la interactuación entre individuos y colectivos. Es un espacio en donde pueden confluir la diferencia y la diversidad, donde se entremezclan también las escalas individuales y las colectivas mientras se construyen normas elementales de convivencia (quizás nunca escritas) de sociabilidad y pacto cívico. En estos se desarrollan actividades vinculadas al turismo y la recreación, lo que promueve sus potencialidades como escenario para la recreación y el disfrute.
Por otra parte, tal y como se mencionó en la nota países megadiversos, las Áreas Protegidas (AP), son el eje central para la conservación de la biodiversidad ya que nos proveen de bienes y servicios para satisfacer nuestras necesidades fisiológicas, de seguridad y de esparcimiento. La Redparques en su publicación “Sostenibilidad Financiera” expresa la importancia de las AP, entre otros aspectos, por sus “beneficios culturales y espirituales (que) son muchas veces no tenidos en cuenta porque no representan un bien que se puede medir y cuantificar, pero muchas comunidades e individuos están identificados culturalmente con un ambiente natural determinado”.
Áreas Protegidas en Venezuela
Venezuela cuenta con 43 Parques Nacionales, 36 Monumentos Naturales y 65 Parques de Recreación, para un total de 144 espacios naturales. Cabe destacar que el 16% del territorio nacional se encuentra bajo de la figura de Parques, y es en estos espacios donde existe la mayor reserva de biodiversidad, junto al 90% de las cuencas que abastecen de agua potable al país. Adicionalmente es donde se realiza el 80% de la actividad turística que se desarrolla en Venezuela (Fuente: INPARQUES).
Por lo anterior, es necesario difundir información sobre prácticas que degradan estos espacios y cambiar nuestra visión ante la importancia de su conservación.
Fotografía: Parque Nacional La Restinga – Venezuela