Si quieres cambiar el mundo empieza por cambiarte a ti mismo… Mahatma Gandhi

Cada día hay más personas interesadas en llevar una vida verde, entendiendo este término como la adopción de hábitos que integramos a nuestra vida con el fin de causar menos impacto en el ambiente, en otras palabras, se busca vivir en armonía con la naturaleza o por lo menos reducir el impacto que producen nuestras acciones del día a día en ésta. Para obtener cambios a gran escala en esta temática, debemos empezar por cambiar nosotros internamente. No me refiero a cambios drásticos en nuestro estilo de vida, pero sí empezar a actuar de manera activista frente a esta problemática, asumiendo prácticas que colaboren de alguna forma con la conservación del medio ambiente; debemos estar conscientes de nuestro entorno. 

Con pequeños hábitos que vayamos asumiendo, podremos lograr grandes avances. Como sabemos uno de los principales problemas es la basura que generamos, por lo que  es necesario buscar la manera de disminuir dicha producción. Para eso debemos estar más alerta y conscientes acerca de lo que adquirimos y usamos, es importante tomarnos unos minutos antes de comprar algún bien o servicio y preguntarnos ¿realmente necesito esto?, ¿qué influencia o impacto tendrá esto en nuestro medio ambiente?, ¿cuánto tiempo posee este producto de vida útil?, ¿generará más basura?, ¿el empaque del producto está hecho con materiales reciclados?, ¿se puede reciclar el envase del bien o el producto en sí una vez utilizado? ¿son productos o servicios ecológicos?, dependiendo del caso ¿cuánta energía consume?, ¿existe algún producto que posea las mismas características del que busco, pero que ofrezca más beneficio al ambiente?, etc. Luego, si este genera basura (lo cual es muy probable), ésta se debe reciclar, por lo que obviamente debemos manejar información sobre qué y cómo reciclar; finalmente,  sigue siendo nuestra responsabilidad saber qué pasa con estos desperdicios luego de haberlos sacado de nuestros dominios (casa, oficina, etc.), por lo que debemos exigir a los entes gubernamentales que generen mecanismos para procesarlos o al menos tenemos que informarnos sobre las empresas que colectan los desperdicios reciclados y los transforman, así podremos crear estrategias de apoyo con estas compañías, de esta manera daremos continuidad a nuestra iniciativa y habremos asumido toda nuestra responsabilidad al respecto.

Es importante ir avanzando, poco a poco, en nuestro activismo hacia el ambientalismo, integrando en nuestros horarios y actividades costumbres que permitan desarrollar este estilo de vida que queremos adoptar. Existen organizaciones que promueven actividades en beneficios de la recuperación del ambiente, ya sean reforestación de determinadas zonas, jornadas de limpieza, entre otras. Éstas podemos realizarlas en un horario que nos convenga, en muchas ocasiones se pueden adaptar a algunas de nuestras rutinas como pasar un día en la playa, parque o montaña, pero agregando alguna de las actividades con fin conservacionista.

Es vital comportarnos de manera activa no sólo en nuestros dominios, también en nuestras comunidades, educando sobre la temática ambiental y comunicando los pocos conocimientos que tengamos sobre el tema, así daremos apoyo a estas acciones, recordemos que vivimos rodeados tanto de personas como de otros seres vivos y que la interacción entre nosotros y ellos es lo que nos permite y permitirá vivir, así como disfrutar de los recursos que la naturaleza nos ofrece.

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